domingo, 15 de abril de 2012

Tarta Guinness

La verdad que tenía ganas de realizar esta tarta, y hacia tiempo que la tenía pendiente y por fin ...la hice. Me llamaba mucho la atención el ingrediente de cerveza negra que lleva y la verdad que es sorprendente su sabor. La cerveza le otorga una textura densa y húmeda al postre, y así mismo realza el sabor del chocolate. No se aprecia para nada el sabor de la cerveza y el alcohol se evapora con el calor, por lo tanto es un postre que también puede tomar los más pequeños de la casa.

Es una tarta suave y nada empalagosa, eso sí es una bomba de calorías, así que hay que saltarse la dieta...que por un día no pasa nada y vale la pena. O si no, como hice yo utilizar productos como la mantequilla y el queso que sean ligth o bajos en grasa.

Por cierto, nos he podido poner foto de la tarta completa, ya que cuando me di cuenta , este era el único trozo que quedaba.



Ingredientes:


250 ml de cerveza negra guinness
250 gr de mantequilla
75 gr de cacao en polvo
400 gr de azúcar
140 ml de nata liquida para montar
2 huevos
1 cdta de vainilla liquida
250 gr harina
2,5 cdtas de bicarbonato.


Para el Frosting:


300 gr de queso tipo philadelfia
150 gr de azúcar glass
360 ml de nata liquida para montar.


Preparación:

Echamos la cerveza en una olla y la llevamos al fuego, sin que llegue a hervir, cuando esté caliente le añadimos la mantequilla y dejamos que se vaya derritiendo. Retiramos del fuego y reservamos.
En un bol ponemos el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato, mezclamos todo bien.
En otro bol ponemos la nata liquida, los huevos y la vainilla y lo mezclamos bien con un batidor manual, luego le añadimos la mezcla de la olla y mezclamos.
Luego añadimos todos los ingredientes secos mezclando bien para que no queden grumos.. Vertemos la mezcla en un molde engrasado y metemos en el horno pre calentado a 180 grados más o menos 50 minutos o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio.

Frosting:

Para el frosting mezclamos el queso y el azúcar glass, con un batidor eléctrico hasta conseguir una mezcla suave, luego le añadimos con movimientos envolventes la nata ya montada y vertemos la mezcla sobre la tarta fría. Y dejamos en la nevera. Os recomiendo comerla al día siguiente de haberla echo.

A mi me sobró mucho frosting, así que, os recomiendo que utiliceis la mitad de las cantidades que os he puesto o si no,  lo aprovechéis poniendolo de acompañamiento a la tarta.